Las dos osas con apenas cinco meses quedaron huérfanas. Su madre era abatida por un cazador furtivo mientras las oseznas jugaban alegres en la madriguera.
a los pocos días fueron abandonadas a la puerta de un monasterio en ruinas y desde allí llevadas al Servicio de Protección de la Naturaleza por un cazador responsable.
Desde el año 1996 viven en un cercado. En la actualidad su edad es 24 años.
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